La limpieza facial es uno de los requisitos indispensables para mantener una buena salud en la piel. Al ser la cara la zona de nuestro cuerpo que siempre llevamos al descubierto, es la que está mas expuesta a todo tipo de agentes contaminantes, tanto en las zonas urbanas como en las rurales.
No podemos evitar el polvo que está en el ambiente ni las partículas de grasa que se generan en los lugares cerrados. Pero sí podemos mitigar sus efectos.
La piel necesita respirar, y si no puede hacerlo pierde su vitalidad, mostrando síntomas de debilidad y agotamiento generando un aspecto de envejecimiento prematuro.
Por esta razón es tan importante una adecuada limpieza del rostro cada día. No es necesario dedicar mucho tiempo a ello, pero sí los productos adecuados a cada estilo de vida y características de cada piel. Y si queremos evitar riesgos, nos aseguraremos de que los productos tengan certificado ecológico.
Principales beneficios de la limpieza facial diaria:
- Favorece la oxigenación de la piel ayudando a conseguir un aspecto más luminoso.
- Retrasa la aparición de rasgos de expresión de arrugas
- Previene y elimina los puntos negros en las pieles grasas o con acné.
- Potencia la efectividad de los tratamientos específicos para el cuidado de rostro y cuello
Para una limpieza facial eficaz:
Podemos hacernos la limpieza de muchas formas:
- La más sencilla es lavándonos la cara con un jabón con ingredientes apropiados para nuestra piel.
- Utilizando un gel limpiador que nos facilita la limpieza diaria sin esfuerzo.
- La más completa, en la que se utiliza en primer lugar la crema limpiadora, el gel o la espuma( dependiendo de cada tipo de piel) , el exfoliante y el tónico.
La limpieza se recomienda hacerla dos veces al día, mañana y noche, y siempre antes de maquillarse o hacerse cualquier tipo de tratamiento.
El exfoliante depende de cada tipo de piel y de las peculiaridades del mismo. Lo más habitual es una vez por semana, cada quince días, o como mínimo una vez al mes.
Y además es imprescindible hacer una limpieza completa en profundidad cada cambio de estación.
Función de la leche limpiadora y la espuma limpiadora:
Su principal función es retirar los residuos impregnados en la piel, tanto por el maquillaje como por la contaminación ambiental.
La segunda prioridad es limpiarla para que pueda respirar.
Y por último calmarla y dejarla preparada para el siguiente paso(hidratación habitual).
Función de la exfoliación:
Retira las células muertas de la piel y todo tipo de impurezas.
Además mitiga las líneas de expresión y devuelve la luminosidad a la piel.
Función del tónico:
Limpia y cierra los poros en profundidad, tonifica, calma y aporta flexibilidad y luminosidad a la piel.
Aquí puedes ver algunos productos que te ayudarán a realizar tu limpieza facial:
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